El traje de la novia
El mundo cambia de forma rápida y drástica, algo que se percibe en cada detalle de nuestras vidas. Enfocándonos en el mundo de las bodas, podríamos hablar de muchas tradiciones que a día de hoy apenas se conservan, eso no quiere decir que estemos perdiendo, sino más bien que estamos en proceso de evolución.
Uno de los temas más hablado es precisamente el atuendo de la novia. Desde los años 50 en el que nacía el cancán, las faldas vaporosas y los velos de tul. Los 70 que con el movimiento hippie nos dejó ver novias con traje de chaqueta o vestidos de campana, dejando de lado al velo para saludar a las pamelas y tocados florales.
Ahora, estamos en la época de todo aquello que quieras tiene lugar, Si quieres darle un
estilo más vintage, corte griego, encajes, tul…
Antiguamente el color del traje era muy importante porque blanco, era un símbolo de poder económico y estatus. Aquellos que no tenían tantos medios utilizaban otros colores como el amarillo, común en muchos países como Estados Unidos e Inglaterra, identificado con el dios del amor y la abundancia.
El rojo también se usaba, si, para cuando la novia no era virgen.
¿Te imaginas una novia de amarillo? En occidente este color es más un presagio de “yuyu” que otra cosa, sin embargo, eso no es igual en otro puntos del mundo…
Realmente podía utilizarse cualquier color excepto el negro (que se utiliza como prenda de luto) Algo que en la actualidad también ha cambiado, viendo trajes espectaculares en tonos oscuros.
Originalmente, la novia llevaba velo como símbolo de juventud o pureza.
En la cultura occidental durante mucho tiempo fue una costumbre que el velo de la novia y el vestido fueran blancos, pero no siempre fue así. El velo, como el vestido, también podía variar de color. El amarillo del velo simbolizaba el himen intacto de la novia (la virginidad) y el color azul hacía referencia a la Virgen María.
Ahora que conoces un poco más del tema… ¿De qué color será tu vestido?
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